jueves, junio 30, 2005

salariazo

Vencen los bárbaros

Noticia vieja, pero tan impresionante que no puede dejar de aparecer en la Ciencia Maldita. En los cuatro meses hasta abril, los salarios nominales crecieron en promedio 9,92% (índice de salarios del INDEC, que promedia registrados, no registrados y públicos, http://www.indec.gov.ar/, cuadrito de abajo cliquear en el renglón "Índice de Salarios"). ¿Alguien puede sorprenderse de que haya habido algo de inflación? Que los sindicalistas acusen a los empresarios de trasladar los aumentos, OK, pero que Bob Cachanosky diga que no influyen en la inflación porque no aumenta la cantidad de dinero... en fin.

miércoles, junio 29, 2005

gente trabajando gente, máquinas a mi alrededor

Tiem posmodernos

Dice Tomada que el empleo privado creció un 8,8% en el año hasta mayo. La economía es mucho más ciega que la justicia, y hace que hasta Tomada parezca un buen ministro de trabajo.

Pongamos las cosas en perspectiva. En la expansión de los 90 (1990-1998), el producto creció al 5,4% anual, el stock de capital al 2,8% y el empleo al 1,5%. Entre 2002 y 2005 –con supuestos más o menos lógicos sobre los números de este año– el PIB habrá crecido al 8,3%, el stock de capital al 2,3% y el empleo al 6,9%. Más allá de los números absolutos, es interesante la comparación del capital con el trabajo: mientras que el capital creció el doble de rápido que el empleo en los 90, durante la expansión actual es el empleo el que crece más rápido, al triple de velocidad que el capital. La producción es hoy más intensiva en trabajo que en los 90: en 1998 cada trabajador tenía un capital de 46 mil pesos (a precios de 1993), en 2005 cada uno tiene 43 mil pesos de capital. (En el gráfico, la torre violeta es el aumento porcentual del empleo y la crema del capital; la línea azul es el incremento en el PIB).

Ante todo: gracias, Adam: "It is not from the benevolence of the butcher, the brewer, or the baker, that we can expect our dinner, but from their regard to their own interest.". Los empresarios no crean empleo porque son buenos, sino porque cuando sobra es muy barato. El mercado funciona, give or take a night or two.

¿Puede durar este crecimiento tan intensivo en empleo? ¿Sería bueno que dure? No y no. Cuando el desempleo llegue a un dígito (¿2006?) la columna violeta irá acortándose. Y ojalá que la torre color crema siga subiendo, así Bob acaba teniendo razón con sus 98 meses de expansión.

jueves, junio 23, 2005

Bob Dylan, Bob Cachanosky, Bob Lavagna: who's right?

Yet another Bob

En diciembre de 2001, en el momento de los cinco presidentes, Bob Dylan escribió:

Come senators, congressmen
Please heed the call
Don't stand in the doorway
Don't block up the hall
For he that gets hurt
Will be he who has stalled
There's a battle outside
And it is ragin'.
It'll soon shake your windows
And rattle your walls
For the times they are a-changin'.


Apocalíptico, Bob! Su tocayo Bob Cachanosky toca la misma armónica. Hace rato viene prediciendo el final del veranito, la reactivación, el crecimiento. Ahora su profecía es la de una-crisis-cada-más-o-menos-cinco-años (no pongo link porque lo dijo en la tele). Tuvimos crisis en el 76, el 81, el 85, el 89, el 95, el 2001: por lo tanto, vendrá una en el 2006 y 2007. Una extrapolación del pasado al futuro que me hizo acordar a un libro que me compré en la secundaria, llamado "Cómo ganarle a la ruleta": podías adivinar el número que venía basado en los que habían salido antes. Gané mucha plata, pero después perdí más (en total debo haber salido con treintiséis treintisieteavos de lo que puse).

En cambio Bob Lavagna dice que se vienen 98 meses de expansión! Si pegás esa, Bob, es la mejor profecía que escuché desde que Bilardo dijo "Suecia tiene que buscar la cabeza de Kenneth Anderson" en Suecia 2 - Rumania 1 del 94, con gol decisivo de Kenneth Anderson. De cabeza.

"¿quieren leña? den leña ustedes"

Colonel John Sunday Big Pear

(Estamos bastante bien: en algún momento un presidente pudo pronunciar esas palabras). El que sigue tirando leña y agua al mismo tiempo es Redrado. Ahora dicen que va a usar títulos del canje y no solo Bodenes para absorber pesos, porque la nueva obsesión es cómo chupar los pesos que tira al mercado cambiario. Cuanto más chupes, Martín, más pesos te van a pedir al día siguiente y más vas a tener que comprar. So what's the point?

miércoles, junio 22, 2005

ahorro stalinista

Vulgaria*

OK, sería ridículo y agotador dedicarse a comentar el curioso uso de los números que hacen los periodistas, pero decir como el gran diario argentino que el consumo alcanzará este año el 42% del PBI es too much. Ni en los mejores sueños de Stalin la gente consumía tan poco. (Para dar una idea, en el primer trimestre el consumo fue un 63% medido a precios corrientes y 67% medido a precios del 93. La diferencia entre ambas cifras se debe a que, en comparación con otros componentes de la demanda como las exportaciones o la inversión -pero no con los salarios!- el consumo es ahora relativamente más barato).

martes, junio 21, 2005

en defensa del ahorro forzoso

La moda Jay Ve Sourrouille

Hay que decidir si volver a los aportes personales del 11% o mantenerlos rebajados en 7%, lo que impactaría en los salarios de bolsillo. Aumentar los aportes personales en sistemas previsionales con fondos de pensión individuales es una de las dos únicas políticas públicas capaces de levantar la tasa de ahorro, aparentemente. En el corto plazo, que crezca el ahorro es bueno si creemos que la economía está entre tibia y caliente, como parece creer el gobierno. En el largo, el ahorro sin dudas favorece al crecimiento. Si hay que enfriar la economía, no hay ningún dilema: hay que aumentarlos. La Ciencia Maldita no cree que haya que enfriar la economía, pero igual está a favor de aumentarlos: somos largoplacistas.

que no se apague ni se incendie: tiremos nafta y agua a la vez

La política del Central para evitar la suba del peso, es decir la caída del dólar, es comprar muchos dólares en el mercado cambiario y vender LEBACs. Puesto así, suficientemente confuso como para que no resulte contradictorio. Pero si en cambio lo llamamos por su nombre deberíamos decir: el Central está vendiendo muchos pesos y despúes está comprando muchos pesos. Le tira nafta al dólar (unos 1300 millones de pesos) y después la saca, digamos, o le tira agua (unos 1054 millones en LEBACs que retiran pesos). O no entiendo nada, o el Central está llevando adelante una política contradictoria. O quizás Redrado está pensando en aquella teoría cualitativa del dinero que alguna vez inspiró al Tony Cafiero (footnote 8): los pesos que entran al sistema a cambio de dólares tiran abajo el precio del peso (la inversa del tipo de cambio) más que lo que los pesos que salen del sistema (a cambio de LEBACs) lo levantan. Weird.

lunes, junio 20, 2005

espantando golondrinas

Vade retro

Cuentan la historia de un país hecho por la inmigración golondrina y deshecho por los capitales golondrina.

Parece que la inmigración golondrina no era tan golondrina, que en las estadísticas figuran salidas netas de inmigrantes en invierno y entradas en verano, pero que no se trataba de los mismos tipos. El que se había hecho la América en cinco años y quería volver a Italia, se las picaba después de la cosecha; el que quería venir, llegaba justo en época de siega para no pasarse unos meses gastando plata en la misteriosa -y cara- Buenos Aires antes de empezar a laburar. Es decir que el patrón de entradas netas en verano y salidas en invierno no necesariamente indica que la gente fuera tan viajada como las golondrinas. Como quiera que fuese, la estacionalidad de la inmigración era saludable para la economía: venía la gente cuando más se la necesitaba.

Con los capitales la temporalidad no es tan adecuada. Vienen en los "veranitos" y se van cuando "hay que pasar el invierno". ¿Por qué? En una economía abierta, como la de Argentina, la tasa de interés regula el ciclo económico; en contextos internos y externos favorables, el país es confiable, los capitales (de dueños nacionales o importados) entran, la tasa es baja, la gente gasta y la economía se expande; y al revés cuando viene el ofri: las golondrinas pasan a ser una rara avis. Los capitales no siguen al ciclo económico sino que en buena medida lo provocan.

El problema es cuando se van: si en términos netos se importaron capitales, entonces el país se endeudó: los late 70s o los 90s, ponele. Que se vayan los capitales quiere decir que hay que pagar esas deudas. Cuando más te endeudaste, más riesgo de que no puedas pagar, y despuntará la amenaza del default público o privado; cuanto más te endeudaste, más habrá que ajustar el cinturón (particularmente, comprimiendo importaciones) para devolver capital e intereses.

¿Mejor espantar a los capitales golondrina desde el vamos que aceptar su volátil turismo? El gobierno presenta el argumento pasando por el tipo de cambio real. Si entran capitales se aprecia el tipo de cambio real y se ataca el corazón de la -llamémosla así- estrategia económica oficial: se detienen la exportación y la sustitución de importaciones y disminuye el superávit comercial. Eso puede ser lamentable en sí mismo (imagino a plumas como la de Muchnik denunciando el "empeoramiento" de la balanza comercial) o puede ser peligroso para un futuro en el que a las golondrinas les agarre nostalgium septentrionalis, como seguramente piensa Lavagna.

Tomemos el segundo de estos argumentos, que es el más defendible. En la Ciencia Maldita tenemos dos reservas respecto a la posición lavagnista. La primera equipara el control de capitales a una política de enfriamiento de la economía, y duda de su necesidad; la segunda postula que, si el enfriamiento fuera necesario, el control de capitales no es el mejor instrumento.

¿Por qué el control de capitales no es ni más, ni menos, que una política de enfriamiento de la economía? Veamos qué tiene que ocurrir para que sea cierto que frenando los capitales detenés la apreciación del tipo de cambio real. ¿Cómo es el camino a la apreciación? Si la política monetaria es como ahora -tipo de cambio nominal fijo de facto- tiene que ser cierto que los precios internos subirían más con entrada de capitales que sin ella.

No hay, como se machaca por todos lados, una cadena entrada de capitales -> emisión -> inflación. La entrada de capitales no requiere más emisión per se. Si traigo guita para comprar acciones, posiblemente tenga que comprar pesos a cambio, pero ¿por qué subiría la demanda de dinero del chabón al que le doy los pesos a cambio de las acciones? El se habrá pasado de acciones a dólares o a otra cosa, y esos pesos adicionales volverían al Central -- salvo que por algún motivo independiente haya aumentado la demanda de dinero.

Pero si el problema es el aumento en la demanda de dinero, entonces no hay por qué preocuparse por la emisión. La emisión es inflacionaria cuando no hay demanda de dinero adicional. Si se emite a tipo de cambio constante quiere decir que el precio que equilibra el mercado monetario -el tipo de cambio nominal- no se está moviendo, y por lo tanto la demanda de dinero está creciendo a la par de la oferta. Concedido: si no emitieras, ese aumento de la demanda de dinero te tiraría abajo el dólar y algunos precios. Por este lado sí es cierto que con emisión tenés el dólar y algunos precios más altos que sin emisión. Pero no es muy correcto decir que la emisión es inflacionaria. Lo inflacionario es tener el dólar donde lo tenés.

Si no es por el camino entrada de capitales -> emisión -> inflación, ¿por qué, entonces, subirían más los precios con más invasión de golondrinas? Fijos los transables por la política cambiaria, subirían los precios que dependen de la demanda interna: los no transables. Es decir, la demanda interna es mayor con entrada de capitales. ¿Por qué? Muy sencillo: si las restricciones a la entrada de capitales son efectivas -lo que requeriría toda una discusión independiente- la tasa de interés va a ser más alta y la demanda agregada menos pujante. Quien niegue el efecto de los controles sobre la tasa de interés, tendrá que negar el efecto sobre la demanda agregada, sobre los precios internos y, por lo tanto, sobre la apreciación real: el control de capitales sólo sirve para evitar la apreciación real si contiene a la demanda agregada.

¿Queremos enfriar la economía? "Lavagna me puede decir que la prefiere tibia y yo más calentita", dice K. Creo que tiene razón. Todavía tenemos bastante desempleo, así que la tasa de interés más baja puede acercar la economía a su nivel potencial. Claro que con la economía a capacidad plena es mayor la demanda por bienes que se exportan y que se importan, y por lo tanto menor el superávit de comercio. Pero ¿cuál es el plan aternativo? ¿Tener desempleo para que no "peligren las cuentas externas"?

Supongo que no. Supongo que la idea es que con una tasa de interés más alta la composición de la demanda agregada para un mismo nivel de producto es diferente: tiene más superávit comercial pero menos consumo y -sobre todo- menos inversión. Enfriando la economía ahora, se contienen los costos locales y la recuperación se da por el lado de la balanza comercial.

Pero si ese es todo el objetivo, ¿por qué no vamos al grano? Con la política fiscal se puede hacer lo mismo, pero mejor: enfriar la economía -acá estamos en contra, pero pongámosle que no- y además elegir con qué componentes de la demanda enfriarla. Por ahí querés que el enfriamiento no sea privado sino público: bajá el gasto. Por ahí querés que sólo baje el consumo pero no la inversión: subí el IVA y entregá subsidios a la inversión. O por ahí sos como yo: no te gusta crecer tan rápido. Poné, no sé, impuestos a la inversión.

La Ciencia Maldita recomienda: back to basics, usemos la política fiscal y dejémonos de hinchar con la entrada de capitales. Ah, salvo que sea justamente para hinchar un poco y poder llamarnos heterodoxos. Eso sí sería genial. Pero lo discutimos en otro post.