jueves, febrero 02, 2006

tenés razón

No digo que haya que sacarlo, al 1 de Mayo, eh. Pedí el reemplazo por el 10 de junio.


From: La Ciencia Maldita Chile
To: La Ciencia Maldita, sede central

Perdón, pero mis raíces zurdas pueden más que todo. Estoy de acuerdo con la importancia del 15 de septiembre, pero el 1 de mayo no es un día internacional contra los empresarios sino de reivindicación de los derechos de los trabajadores. Aunque este último término ha sido bastardeado por gordos, proteccionistas, 35 horas y otros menesteres, no te olvides que la inglaterra de la revolución industrial (y muchos otros países, aún hoy) tenía condiciones de vida no aceptables para sus trabajadores, y que no todos los "derechos de los trabajadores" se refieren a privilegios corporativos sino a principios morales bastante tangibles - días de descanso, límites en la jornada laboral, por no hablar de la edad de los trabajadores.

Algunos links para ilustrarte:
http://sepiensa.org.mx/contenidos/historia_mundo/siglo_xx/eua/1_mayo/1_mayo.htm
http://www.uc.org.uy/d0502a.htm

Los mártires de Chicago-La Jornada laboral de ocho horas
La historia de los "mártires de Chicago" comienza en una convención de la Federación de trabajadores de Estados Unidos y Canadá en 1884. En esa convención, la Federación llamó a los trabajadores a luchar por la jornada laboral de 8 horas (que se venía pidiendo desde la década de 1860), para sustituir el día laboral de 10, 12 y hasta 16 horas que prevalecía. La Federación declaró que la jornada de ocho horas entraría a efecto el 1º de mayo de 1886. En los meses previos a esa fecha miles de trabajadores, organizados e independientes, fueron puestos en alerta. Las fuerzas represoras policíacas y de la guardia nacional se prepararon para contrarrestar a los trabajadores, recibieron equipo y armas nuevas financiadas por poderosos líderes comerciales, que se oponían a las demandas laborales. Chicago fue el centro principal de la agitación.

El primero de mayo de 1886
El primero de mayo de 1886, Albert Parsons, líder de la organización laboral "Caballeros del Trabajo de Chicago", dirigió una manifestación de 80 mil trabajadores a través de las calles de Chicago, solicitando la reducción del horario laboral a ocho horas diarias. En los siguientes días se unieron a esta demanda 350 mil trabajadores de toda la Unión Americana, que iniciaron una huelga nacional que afectó más de mil fábricas. La unión de los trabajadores causó mucha alarma entre los industriales y en la prensa, pues vieron en las manifestaciones el inicio de una "revolución".

Los anarquistas y otros radicales políticos creían que la petición de reducción de jornada era una medida moderada y en un principio no quisieron involucrarse, pero el nivel de convocatoria que logró Albert Parsons convenció a los anarquistas de integrarse al movimiento. El 3 de mayo August Spies, director de un periódico laborista, habló ante 6 mil trabajadores. El grupo de huelgistas se dirigió después a una fábrica cercana, la planta McCormick, a manifestarse. Pronto llegó la policía, abrió fuego y mató por lo menos a un huelgista, hiriendo a muchos más.

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