viernes, julio 07, 2006

antes de la final, nostalgia mundialista

Hernanii tiene razón. Ha sido un Mundial disfrutable. Hubo una época un poco decepcionante, entre la última fecha de los grupos, muchos de ellos definidos o casi definidos, y el tercer día de octavos de final, en la que sólo se destacaron, con la calificación de "Intenso" según la vieja categorización de El Gráfico, Inglaterra-Suecia, Alemania-Suecia, Argentina-México y quizás algún otro. Pero, tomado en conjunto, mi impresión es que Alemania 2006 fue levemente mejor que el mejor de los últimos cuatro mundiales (¿Francia 98?), aunque algo peor que los mundiales de los 80. [Guarda con sobreesitmarlos, también: del 82 nos olvidamos de la catastrófica zona de Camerún, Polonia, Italia y Perú, con tres 0-0, y del 86 el grupo de Marruecos, Inglaterra, Polonia y Portugal, en la que ninguno equipo marcó más de 3 goles; claro que aun esas zonas insípidas parecen sabrosas al lado de las que jugó Irlanda en los dos mundiales siguientes].

Ojalá haya una buena final, que siempre ayuda para la imagen retrospectiva.

Yo no sé si diría que, en la comparación histórica, fue un Mundial en el que ganaron las defensas. Sí, los finalistas fundan su juego en dos líneas de cuatro, pero habría que mirar con un poco más de cuidado cómo son esas líneas de cuatro y la flexibilidad que tuvieron para variar en el momento oportuno. Es cierto también que faltaron figuras de ataque, pero creo que el porcentaje de triunfos del equipo que más salió a buscar el partido -en los casos en que esa categoría puede aplicarse- fue bastante alto. Más alto que nunca. Casi no hay ejemplos de equipos que salieran a defenderse y ganaran (con la posible excepción de dos gigantes que tuvieron que ceder el terreno ante el generoso fútbol total de los australianos y de los ghaneses: Brasil e Italia) y sólo unos pocos casos en los que empataron. Inclusive hubo equipos que ganaron cuando se decidieron a atacar, y no ganaron o estuvieron cerca de no ganar cuando hicieron lo contrario (Argentina, Italia, Francia). Recordemos que en el mundial anterior debutamos con un Francia 0 Senegal 1, padecimos a una Suecia que pasó refugiándose, y a una Corea que llegó a semifinales.

Vuelvo un minuto a los ghaneses y los australianos: demostraron que aun para equipos sin tradición, cierta vocación ofensiva es necesaria para avanzar. El alegre Costa de Marfil y el letárgico Ucrania me impiden hacer una teoría perfecta en este sentido, pero me animo a afirmar que en los dos casos mi regla no se cumple por una combinación de fixture y fortuna.

Además, los equipos con mejores jugadores llegaron más lejos, lo cual no siempre ha sido cierto. Sacando algún ucraniano, casi no hubo Puyoles en los cuartos de final. En 2002, Zidane, Orteguita y Verón se volvieron tempranito.

Por mi parte, lamento que quede un solo partido. Con Dailyhairdryer seguimos soñando con un mundial todos contra todos. Con 32 equipos serían 496 partidos: 31 fechas de 16 partidos. Jugando algún miércoles, duraría unos seis meses, con tiempo para cuartos de final en adelante para los ocho mejores (en lugar de penales aquí sí habría ventaja deportiva para el mejor clasificado). Debajo de los 8 primeros, del noveno al decimosexto se clasificarían directamente para el siguiente mundial, del 17 al 24 entrarían más avanzados en las eliminatorias (una especie de Promoción) y los 8 últimos volverían a la clase turista de los grupos continentales.

Dicen que en el Infierno las almas esperan. Yo agregaría: esperan un Mundial, que no llega nunca. En el Paraíso lo juegan, por toda la eternidad.

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